ESTA PIEZA ES UNA CALCITA QUE PERTENECIÓ A ROGER CAILLOIS, QUE APODÓ ESTA "ESCULTURA": LA MUJER Y EL NIÑO.
La calcita presentada, de la mina Charcas en México, es blanca con un brillo perlado. Fue después de la fundación Caillois en 1988 que esta pieza se unió a la colección del Museo Nacional de Historia Natural. Esta muestra forma parte actualmente de la exposición Tesoros de la tierra
Más allá de los ‘chalecos amarillos’, Francia vive estos meses otras revoluciones de apariencia más discreta, ocultas en parte por el fragor popular que desde finales de noviembre, de sábado en sábado, conoce el país.
Una de ellas tiene que ver con la restitución a África del patrimonio expoliado desde finales del siglo XVIII, durante la colonización, las expediciones científicas y otras conquistas más o menos sanguinarias. El asunto convulsiona el mundo cultural francés y sus mercados desde noviembre.
Por razones que le son propias, el presidente Emmanuel Macron ha prometido a África la pronta restitución, “temporal o definitiva”, de su patrimonio expoliado y ha originado así una potencial hecatombe museística o, cuando menos, un inquietante rompecabezas diplomático para él y sus sucesores.
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Abajito del Cerro del Salteador, hay una cueva, justo al lado del ojo de agua. Y ahí se aparece una señora lavando. Esa señora, según cuentan, era la esposa de uno de los guerrilleros, de los salteadores que robaban por ahí, porque por ahí pasaban diligencias. En esa cueva están enterrados todos los tesoros que fueron acumulando, desde antes de la Revolución.
Los Minerales de cerro de San Pedro estaban en auge y como llegaban muchos buscadores de oro, el comercio era próspero. Las autoridades dispusieron el arreglo de dos principales corrientes, una de ellas venía por el suroeste y formaba permanentemente lo que se llamaba Los Charcos de Santana.
Uh, claro que sí. Eso que dicen aquí en Charcas que una mujer se convirtió en piedra porque tuvo malos pensamientos y renegó de Dios es cierto.
Ella, o más bien la piedra, se halla de aquel lado de un arroyo que le mentamos «el Coligante», y todo el mundo la conoce como «La Piedra Blanca».